domingo, 13 de mayo de 2012

Real World Records y los nombres de los grupos

Cambiar el nombre de los grupos es una manía que me molesta mucho. Está bastante extendida en la música étnica, quizá para darle una mayor repercusión. Quizá sea una cuestión puramente comercial. No lo sé. Y que conste que no critico las necesarias transliteraciones de un alfabeto a otro más internacional como el latino. Hablo de cambios estructurales en el nombre original. El caso es que Real World Records lo ha hecho en más de una ocasión y a transformado en multitud de ocasiones los nombres originales de artistas y bandas, a veces simplemente con frías traducciones al inglés. Vamos a analizar los casos que más me llaman la atención.

The Creole Choir of Cuba. Este es un nombre poco creíble para un grupo coral cubano que canta las canciones de la comunidad haitiana en la isla. La traducción literal al español, Coro Criollo de Cuba, sigue sin ser el nombre original del coro, llamado en realidad Grupo Vocal Desendann. The Creole Choir of Cuba... tócate los cojones.

The Musicians of the Nile publicaron su primer trabajo bajo el nombre francés de Les musiciens du Nile. Drummers of Burundi tampoco es el nombre original de este grupo de percusión. De hecho, "drummers of Burundi" es un nombre genérico por el que se denomina a multitud de agrupaciones de este país africano, como The Royal Drummers of Burundi o The Master Drummers of Burundi, que probablemente también sean traducciones del francés o de alguna lengua local, haciend dificil saber qué grupo concreto es el que estamos escuchando en el disco. Al grupo de canto pollifónico Tenores di Bitti (al menos aquí usan el sardo) le pasa más o menos lo mismo. Cuando buscas "tenores de Bitti" en google, te aparece una buena cantidad de información de un grupo llamado Mialinu Pira que, si bien es más popular, no se corresponde con la agrupación que grabó para Real World, siendo ésta Tenores di Bitti Remunnu 'e Locu (para añadir más confusión, la dirección  url de sus respectivas páginas es la misma, salvo el dominio .com o .net)

Estos cambios, además de no ser bonitos, dificultan notablemente la búsqueda de información por parte del aficionado. Aurelio Martínez es el nombre que toda la vida ha usado al que ahora llaman simplemente Aurelio. En su discografía anterior, el músico garífuna incluía su primer apellido. Debido a este cambio, si buscas Aurelio Martínez en Spotify no te aparecerá su último trabajo, Laru Beya. ¿Qué tiene de malo llamarse Martínez? Otro caso es el de Sevara Nazarkhan: la transcripción local del nombre en cirílico había sido Sevara Nazarxon.

George Telek había publicado bajo este nombre sus dos discos anteriores a Serious Tam, un recopilatorio mezclado con temas nuevos publicado en exlusiva por Real World Records, en el cual aparece como Telek. En sus trabajos posteriores, ya en otras discográficas, ha recuperado su nombre de pila. Mención aparte merece Afro Celt Sound System, cuyo nombre también ha sufrido alguna modificación puntual, a pesar de que toda su discografía está publicada en el sello británico. Así, en Seed (2003) aparecen como Afrocelts en todas las carátulas y los contenidos del libreto. Lo mismo ha pasado con el dúo formado por Justin Adams y Juldeh Camara, que ahora se hacen llamar JuJu, aunque visto lo visto esto puede cambiar en cualquier momento.

Por el contrario, en otras ocasiones han sido los artistas los que han cambiado su nombre después de su paso por Real World. Mari Boine había publicado sus dos primeros trabajos bajo el nombre de Mari Boine Persen, en último en el sello británico. El grupo folk napolitano Spaccanapoli pasó a llamarse Spakka-Neapolis 55 y Rachel Unthank and The Winterset se llaman ahora The Unthanks. Un lío del carajo, vaya.

La sensación que me da es que parece bastante contraproducente cambiar el nombre a los artistas cuando tienen una discografía anterior. Aunque no siempre es así, es cierto que este problema a veces se soluciona con una búsqueda en internet, pero es que me sigue pareciendo que los "trastornos" que sufre el aficionado son mucho mayores que los beneficios (¿?) que pueda reportar este -no siempre- ligero cambio de nomenclatura.

jueves, 10 de mayo de 2012

¿Quién canta Te tama ma'ohi?

A todos los que nos gusta esto, sabemos que la música del Pacífico no son sólo ukeleles y collares de flores. Nadie parece tener más claro esta afirmación que el cantante Mevina Liufau y su hermana Tiana. Ambos pertenecen a la compañía de baile tahitiano Nonosina Polynesia Inc, un grupo familiar basado en Estados Unidos formado por personas de origen polinesio. Mevina y Tiana, agrupados bajo el nombre de Nonosina, han publicado un disco que ha tenido una enorme repercusión en YouTube gracias a la canción Te tama ma'ohi ("El niño polinesio", en español), una preciosa canción con una melodía absolutamente contemporánea y cantada en samoano. Aquí abajo os dejo uno de los múltiples videos con la canción, en el que viene la letra. Además, podéis descargar el álbum o canciones sueltas de Nonosina en la tienda de iTunes.



viernes, 4 de mayo de 2012

Betelnut Radio, welcome to the islands

No soy muy amigo de los programas musicales en la radio. Normalmente no tratan de la música que más me llama y, además, si una canción no te gusta no puedes evitar tragártela a la espera de la siguiente. Luego me pasé a las emisoras online y encontré alguna interesante, más específica, si bien la falta de costumbre hacía que las olvidase al cabo de los días. Pero todo eso es pasado. Todo cambió desde que conocí Betelnut Radio, una emisora online guamesa dedicada, exclusivamente, a la música contemporánea hecha en islas tropicales. La mayor parte de las canciones proviene de islas del Pacífico anglófono (Guam, Samoa, Filipinas, Hawái, Nueva Zelanda...), pero también se escuchan sonidos jamaicanos o de la Polinesia Francesa. Algunos grupos son relativamente conocidos por la masa, como Eddy Grant, Te Vaka o Anuhea, pero otros muchos son artistas locales de los que no hay ni rastro por internet.


La selección musical es buenísima, a veces genial, pero hay más: tiene aplicaciones para móviles; todos los temas, y su información correspondiente, están en una base de datos que puedes consultar y finalmente, lo mejor de todo, es que puedes hacer peticiones de canciones con dedicatoria incluida. Mal empezamos la época de exámenes.

Orchestre Boulaïd (Músicas de gasolineras del mundo II)

Este año los Reyes Magos han venido escasitos, lógicamente. La crisis se deja notar. Supongo que habrán dado el finiquito a algunos camellos y que habrán declarado la suspensión de pagos a los pajes. Además, puede que se vieran obligados a soltar lastre al saltar algunos de los muros, de metros y metros de altura, que salpican toda Palestina. Atrás habrán dejado Iraq, que tampoco se puede decir que estén las cosas tranquilas por allí. A pesar de tanto inconveniente, me han traído un CD de música popular marroquí, de un grupo llamado Orchestre Boulaïd. Aunque escuchar el disco entero de una vez resulte un poco monótono, es una pieza muy apreciada mi colección.


Una de las cosas que más me sorprendieron de mi estancia en Marruecos hace unos años fue lo revitalizado que estaba el sector discográfico. Allí no hay Ares ni descarga directa. Eso sí, ¡los discos cuestan 2€! Y si te llevas 10 unidades a 1.5€. Con esos precios evidentemente nadie se puede plantear siquiera adquirir  una grabadora, en el supuesto de que tengan ordenador, o arriesgarse a comprar un cedé pirata (he de decir que también probé la experiencia top-manta con pésimos resultados). Las tiendas y puestos de música original abundan en los centros de las ciudades. Y cuando digo "abundan" me refiero a que, en el centro de una ciudad como Tánger, existen decenas de ellas. No estaría de más analizar qué se ha hecho mal en España para que el mercado de la música esté en fase terminal. Aunque cuando vi el caso de Marruecos, me quedó perfectamente claro.